CHCT
Catedra
de Historia de Cartagena
La necesidad de una Cátedra de Historia de Cartagena
por Luis Miguel Pérez Adán
Cartagena es una de
las ciudades de nuestro país donde se condensan más episodios
relevantes históricos de gran importancia a través de todos los
siglos.
Una ciudad con “marca”
histórica propia a lo largo del tiempo, que se remonta a los
principios constituyentes de nuestra nación, y por la cual ha
sufrido sus consecuencias en forma de vivir momentos esplendorosos
junto a otros de declive y destrucción.
Cartagena es expresión
de esa dualidad. Dudo que haya otra ciudad en España que pueda haber
sido destruida y reconstruida tantas veces sin que ello significara
su destrucción y abandono. Siempre resistiendo como plaza fuerte y
renaciendo de sus propias ruinas, característica intrínseca de su
personalidad mediterránea e intercultural abierta a todas las
civilizaciones.
Cartagena ha sufrido
todo tipo de avatares históricos a lo largo de su larga existencia
por sus especiales condiciones geográficas; militó contra Roma y
pagó por ello. Su impronta púnica fue destruida (no quedó piedra
sobre piedra), para alcanzar posteriormente su máximo esplendor de
su historia bajo el dominio romano, destruida y arrasada de nuevo por
el centralismo visigótico toledano y privada de la primacía. Para
convertirse en puerta de entrada de una nuevo imperio bajo la media
luna, periodo intencionadamente amputado de nuestra historiografía
por intereses externos.
Varios siglos estuvo
configurada como salida del camino español en la España de los
Austrias, para ser convertida por los Borbones en la mejor plaza
fuerte del Mediterráneo que la encumbro a lo más alto de su
desarrollo, con la construcción del Arsenal Militar en el siglo
XVIII, sin que los ejércitos de Napoleón pudieran tomarla nunca
durante la guerra de La Independencia y para ser finalmente sitiada
de nuevo por los 100.000 Hijos de San Luís.
Una vez más, ocupo un
papel decisivo en los acontecimientos desarrollados en España
durante el siglo XIX, que tendrá su colofón en la Sublevación
Cantonal y que terminaría con la práctica destrucción de Cartagena
tras seis meses de asedio y bombardeo.
Durante el siglo XX,
la ciudad ya había vuelto a renacer con más fuerza que nunca
ocupando el noveno lugar entre las ciudades de España, desarrollo
truncado una vez más por las consecuencias de la Guerra Civil
Española de 1936.
Una historia extensa y
llena de contenido que difuminada en el tiempo y sin recursos
académicos e institucionales que la avalen, se olvidan y se
suplantan por otro tipo de consideraciones más cercanas a las
leyendas que a la realidad histórica.
Hasta ahora solo un
reducido grupo de investigadores de la historia local de Cartagena ha
mantenido vivo este inmenso patrimonio, pero insuficiente y en el
camino ya se han perdido demasiados argumentos que son necesarios
recuperar, investigar, contar y poner en valor.
La historia de nuestra
ciudad que es sin duda una fuente inagotable de hechos y
acontecimientos, unos más conocidos que otros, pero que en conjunto
constituyen una de las historias locales más extensas e intensas que
podemos encontrar en nuestro país, junto a Cádiz, La Coruña,
Barcelona, Madrid o Valencia.
Cartagena no ha
tenido, por desgracia, la oportunidad de poder presentar en toda su
magnitud ese enorme tesoro al carecer de una institución académica
universitaria especializada en Historia local.
Sin duda el reiterado
esfuerzo de los investigadores e historiadores locales, a lo largo
del tiempo, no ha sido suficiente para dar a conocer tan amplio
contenido, pero al menos debemos agradecerles su osadía por
acercarnos a lo que hoy conocemos de la historia de esta ciudad.
Hasta ahora solo
contábamos, con la oportunidad que nos da la UPCT, que no es una
universidad de humanidades, por poder programar en sus aulas de
Mayores una asignatura cuyo contenido es precisamente cultura e
historia de Cartagena.
Pero esto al día de
hoy no es suficiente, la historia de Cartagena no debe permanecer más
tiempo sin un soporte que la sustente a nivel institucional y
académico.
La creación de una
Catedra de Historia de Cartagena es necesaria para
constituirse en una herramienta útil hacia el desarrollo de
actividades formativas de investigación, innovación y transferencia
de conocimiento sobre la Historia, la Cultura y el Patrimonio de
Cartagena.
A través de ella no
solo se impulsaran las actividades académicas correspondientes a las
necesidades propias demandadas por la UPCT, complementaran sus
actividades todas las iniciativas que por parte del Excmo.
Ayuntamiento de Cartagena tengan la historia de Cartagena como marco
y fundamento, descripción y difusión de fondos históricos que se
conservan en los distintos archivos, museos y bibliotecas de
Cartagena.
Todo ello tendrá
cabida en esta Catedra, surgida del correspondiente convenio entre
estas dos instituciones y su conveniente protocolo de creación y
funcionamiento en donde se especificaran los contenidos de la Catedra
en cuanto a su definición, creación, formalización, duración,
estructura, actividad, financiación y ubicación.
Bajo esta cobertura,
la historia de Cartagena podrá salir de su aislamiento dándose a
conocer a la ciudadanía y a los miles de visitantes que acuden a
ella, siendo el vehículo en donde investigadores puedan dar a
conocer sus estudios al mismo tiempo que sirva de asesoramiento a
todas las iniciativas histórico culturales que sean necesarias.
La Catedra de Historia
de Cartagena sin duda puede constituirse en otra seña de identidad
de la “Marca Cartagena”, y sea utilizada como promoción de la
imagen de Cartagena, a través de su historia en un proyecto
inclusivo e integrador en donde se ponga en relieve las innumerables
posibilidades de explotación a todos los niveles del patrimonio
histórico de esta ciudad y alcanzar con ello una posición más
reforzada a la hora de trasladar la imagen de Cartagena hacia el
exterior como ciudad turística no solo de sol y playa.
Todo
esto debería converger en la consecución de convertir a la ciudad
de Cartagena en candidata a formar parte del Patrimonio de la
Humanidad, como lugar excepcional a preservar y dar a conocer, su
historia y patrimonio que así lo demandan, una Cátedra de Historia,
ayudaría a conseguirlo.
Luis Miguel Pérez Adán
Licenciado en Geografía e Historia, especialidad en Arqueología e Historia Antigua (Universidad de Murcia). Profesor del Aula y de la Escuela de Mayores de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT).